Todos sabemos que el ritmo diario que la mayoría llevamos puede derivar en ciertos traumas físicos o químicos (generalmente los dos a la vez) y es que el estrés, la falta de sueño o el sedentarismo, terminan por generar dolencias en nuestro organismo; desde el sistema nervioso central, el sistema respiratorio o el digestivo, y si estas dolencias no se tratan adecuadamente a tiempo pueden derivar a patologías graves. La osteopatía craneal nos ayuda de forma complementaria a evitar que lleguemos a ese extremo tratando las causas de forma temprana.
El cráneo es una estructura mas complejas de lo que imaginamos. Hasta hace no mucho se creía que los huesos del cráneo formaban una estructura rígida, pero fue gracias a William Sutherland (1873-1954), osteópata y doctor en ciencia (honorario), quién en 1900 comenzó sus estudios acerca de la estructura del cráneo y a través de investigaciones con sus pacientes desarrolló lo que hoy conocemos como osteopatía craneal o craneosacral.
Ahora sabemos que anatómicamente los huesos del cráneo están diseñados para relacionarse entre ellos a través de las membranas meníngeas y tener una limitada y sutil movilidad, pudiendo incluso deslizarse unos sobre otros, otorgando capacidad de expansión y contracción a la estructura. Además existen múltiples cavidades por las cuales transcurren arterias, venas, nervios... y todos ellos fluyen hacia distintas partes de nuestro cuerpo; órganos, músculos, vísceras... Entonces es evidente que si existen tensiones o estrechamientos en la estructura del cráneo, nuestro cuerpo resultará alterado.
Visto lo anterior, podemos determinar que la osteopatía craneal es una terapia manual que forma parte del amplio conjunto de herramientas de que dispone la osteopatía actual, enfocada al tratamiento de patologías que tienen su causa en las articulaciones del cráneo (estructura ósea) y mandíbula (articulación temporomandibular), músculos que en ella se insertan, gran parte del sistema nervioso central y vegetativo que ella alberga.
Una vez el osteópata haya valorado la capacidad de movimiento; calidad, amplitud, restricciones..., tanto del cráneo como del resto de estructuras corporales, podrá establecer el objetivo que considere oportuno, y para llegar a él aplicará distintas técnicas, dependiendo el tejido y plano que queramos equilibrar: tejido membranoso, oseo o fluidos. Las técnicas de osteopatía craneal se aplican de forma manual en la cabeza, ejerciendo una presión mínima de manera muy suave e indolora, consiguiendo una gran relajación del tono muscular y llegando a resultar muy placentera. En el caso de la osteopatía craneal, las técnicas usadas se basan en lo que se conoce como "movimiento respiratorio primario", término acuñado por el ya nombrado William Sutherland. Este movimiento respiratorio es un mecanismo que funciona de manera involuntaria y rítmica en dos tiempos: flexión y extensión, reproduciéndose de manera cíclica entre 8 y 12 veces por minuto. Y se caracteriza por la movilidad de los huesos del cráneo, por la fluctuación del líquido cefalorraquídeo (secretado por los plexos coroideos), por los cambios de tensión de la duramadre entre los huesos del cráneo y el sacro, y por el movimiento del sacro entre los huesos iliacos.
Recordemos; que la la duramadre es una membrana que recubre el sistema nervioso, protegiendo y conectando el cráneo con el sacro. Y que el líquido cefalorraquídeo, que fluctúa por todo nuestro organismo, cumple la función de nutrición e intercambio funcionando como un sistema hidráulico semicerrado.
También hay quienes "dudan de la existencia" del movimiento respiratorio primario, alegando que ni la fuerza del líquido cefalorraquídeo ni la dilatación del los ventrículos cerebrales pueden ser el motor de este mecanismo, ya que la fuerza y velocidad de desplazamiento de dicho líquido (1 cm por hora) es despreciable, y que lo mas evidente y razonable es admitir que el motor es la respiración costal diafragmática a través de las tensiones faciales.
Pues muy bien; pero una cosa es discrepar de las causas y otra distinta negar el hecho; y el hecho es que el "movimiento respiratorio primario" existe; está demostrado y constatado.
Como ya sabemos, nuestro organismo constituye un todo unificado a través del sistema de fascias, conectado e integrado. Por ello, tensiones en las articulaciones del cráneo pueden ocasionar un estrés en la duramadre que genere por tensiones distintas patologías. Por ello la osteopatía craneal esta aconsejada en problemas como: Problemas de columna: dolores de espalda y sacro
Trastornos del sueño.
Estrés y ansiedad.
Dolores de cabeza: cefaleas tensionales, migrañas, vértigos y mareos.
Afectación del nervio facial y la articulación de la mandíbula.
Problemas en los órganos de los sentidos: alteraciones visuales, trastornos de la fonación, sinusitis y acúfenos o tinnitus).
Espero que la información os sea útil.
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